¿Sabrías cuales son las razones para no dejar de entrenar?
Si sentimos pereza al entrenar o no vemos ningún resultado desde que empezamos, debemos saber que todo lleva tiempo y que perseverar acabará por hacer efecto, pero son muchos más los beneficios que simplemente los estéticos.
El trabajo, el dinero, el momento amoroso o familiar…las excusas para abandonar el gimnasio o cualquier otra actividad física pueden ser muchas.No obstante, son aún más las razones para no dejar de entrenar. Te describimos las principales, con el fin de alentarte a seguir brindándole salud a tu organismo.
Por mucho que se disfrute de hacer ejercicio, todos pasamos por esos momentos en los que dudamos entre seguir o no.
6 razones para no dejar de entrenar
1. Hace bien a tu salud
Cualquier entrenamiento, actividad física o deporte hará que tu cuerpo permanezca sano y activo. En primer lugar, porque acelera el metabolismo y favorece la regulación del apetito y el descanso, dos elementos fundamentales para el funcionamiento del organismo.
Además, entrenar hace que tus músculos estén activos, fuertes y resistentes. Esto tendrá como resultado una reducción en las lesiones musculares, así como en aquellas causadas por una mala postura corporal.
Por otro lado, la salud cardiovascular también mejora considerablemente cuando hacemos deporte. Al exigir a nuestro cuerpo, todos los componentes del sistema circulatorio se ven obligados a funcionar más eficientemente para cumplir con nuestras demandas.
Esa es la razón por la que el ejercicio físico ayuda a disminuir la presión arterial: al adaptarse a grandes exigencias con asiduidad, el corazón cuenta con mayores recursos para funcionar mejor en el día a día.
2. Trabaja la mente
Otra de las razones para no dejar de entrenar tiene que ver con la salud mental. La actividad física nos permite conservar un cerebro ágil, capaz de estar atento y reacciones con eficacia a distintos estímulos.
Asimismo, es una gran manera de relajarse. Al entrenar se liberan tensiones; por lo tanto, cuando el cerebro vuelve a enfocarse en una tarea luego del entrenamiento, su rendimiento mejora notablemente.
3. Mejora el ánimo
¿Has notado lo bien que te sientes después de exigir tu cuerpo entrenando? El primer fundamento de esta sensación es la liberación de endorfina, que es nada más y nada menos que la hormona del bienestar. Es la que nos produce sensaciones positivas ante un estado reconfortante de nuestro cuerpo; se produce durante el ejercicio.
4. ¿Qué harías en ese tiempo?
Supongamos que, pese a la inconveniencia del asunto, te decides a dejar de entrenar: ¿Qué harías en ese tiempo? ¿Vale la pena poner en juego tu bienestar físico y mental por una hora más de ocio cada dos días? ¿Las horas extra en el trabajo valen más que la salud?
En el caso de que sí tengas una actividad que te llene plenamente por la que dejarías de ejercitarte —como ensayar con una banda musical, por ejemplo— lo ideal sería que dividieras tus tiempos con conciencia para poder hacer ambas.
No se trata de un simple rato de diversión: la actividad física es mucho más que eso. Muchas de las razones para no dejar de entrenar están ligadas a beneficios directos y comprobados en el cuerpo y la mente.
5. Ofrece beneficios estéticos
La ecuación es sencilla: al movernos, quemamos grasas y calorías; el resultado, entonces, será la pérdida de peso y un cuerpo más esbelto. La mejor opción para lograr estos beneficios son los ejercicios aeróbicos como caminar, correr, hacer bicicleta o bailar.
De hecho, si entrenamos en un gimnasio y trabajamos con peso, el proceso de hipertrofia, combinado con entrenamiento aeróbico, nos hará reemplazar la grasa por masa magra en menos tiempo.
6. Otras ventajas
Además de los citados, podríamos incluir muchos otros efectos positivos del deporte en la salud. Por ejemplo, que haciendo actividad física se reducen los niveles de colesterol en sangre.
Por otra parte, no podemos obviar que entrenar nos hará rendir mejor si practicamos un deporte. Notarás claras mejoras en habilidades como la coordinación, velocidad, fuerza y resistencia, entre otras.
Finalmente, si tu motivo para abandonar el ejercicio es el cansancio, dejarlo no te servirá de nada. Además de mejorar la autoestima, poner a trabajar al cuerpo hace que este se active y que genere más energía mediante el envío de oxígeno y nutrientes a los tejidos musculares. También es útil para mantenerse alejado de hábitos nocivos como fumar o tomar alcohol.
Como verás, las razones para no dejar de entrenar son muchas y muy valederas. A esta altura, de seguro esa idea remota de tirar tanto trabajo por la borda ya habrá salido de tu mente. ¡Tu cuerpo y tu mente te lo agradecerán enormemente!